La Unión Europea anunció el miércoles medidas comerciales de represalia después de que el gobierno de Donald Trump elevó oficialmente los aranceles sobre todas las importaciones de acero y aluminio al 25%, con aranceles a productos industriales y agrícolas que entrarán en vigor el 1 de abril.
El bloque comercial más grande del mundo esperaba los aranceles estadounidenses y se preparó con antelación, pero las medidas siguen ejerciendo una gran presión sobre las ya tensas relaciones transatlánticas. El mes pasado, Washington advirtió a Europa que en el futuro tendrá que encargarse de su propia seguridad.
Las medidas de la UE afectarán a bienes estadounidenses por valor de unos 26.000 millones de euros (28.000 millones de dólares), y no solo productos de acero y aluminio, sino también textiles, electrodomésticos y productos agrícolas.

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Por su parte, Reino Unido, que no forma parte de la UE, dijo que no impondrá medidas de represalia propias contra Estados Unidos. El gobierno británico calificó la decisión de Washington sobre las tarifas a las importaciones globales de acero y aluminio como “decepcionante”.
“Dado que Estados Unidos está aplicando aranceles por un valor de 28.000 millones de dólares, responderemos con contramedidas por un valor de 26.000 millones de euros (28.000 millones de dólares)”, declaró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en un comunicado.
La Comisión gestiona los conflictos comerciales en nombre de los 27 países miembro.
“Siempre estaremos abiertos a la negociación. Creemos firmemente que en un mundo lleno de incertidumbres geopolíticas y económicas, no está en nuestro interés común cargar a nuestras economías con aranceles”, agregó von der Leyen.
La Comisión indicó también que los productos de acero y aluminio se verán afectados, además de textiles, artículos de cuero, electrodomésticos, herramientas para el hogar, plásticos y madera. Los productos agrícolas también se verán impactados, incluyendo las aves de corral, la carne de res, algunos mariscos, las nueces, los huevos, el azúcar y las verduras.
Trump afirmó que sus impuestos ayudarían a crear empleos en las fábricas estadounidenses, pero von der Leyen señaló que “Los empleos están en juego. Los precios subirán. En Europa y en Estados Unidos”.
“Lamentamos profundamente esta medida. Los aranceles son impuestos. Son malos para los negocios y aún peores para los consumidores. Estos aranceles están alterando las cadenas de suministro. Traen incertidumbre para la economía”, apuntó
Las empresas siderúrgicas europeas se han estado preparando para pérdidas.
“Esto agravará aún más la situación de la industria siderúrgica europea, exacerbando un entorno de mercado ya de por sí nefasto”, dijo Henrik Adam, presidente de la asociación siderúrgica europea Eurofer, el mes pasado.
Según Adam, la UE podría perder hasta 3,7 millones de toneladas de exportaciones de acero. Estados Unidos es el segundo mayor mercado de exportación para los productores de acero del bloque, y representa el 16% del total de las exportaciones de acero comunitarias.
“Perder una parte significativa de estas exportaciones no puede compensarse con las exportaciones de la UE a otros mercados”, apuntó Adam.
Trump impuso aranceles similares al acero y al aluminio procedentes del bloque durante su primer mandato, lo que enfureció a los europeos y otros aliados. En aquel momento, la UE respondió también con contramedidas, elevando los gravámenes sobre las motocicletas, el bourbon, la manteca de maní y los jeans fabricados en el país, entre otros artículos.
La UE estima que el volumen anual de comercio entre ambas partes asciende a unos 1,5 billones de dólares, que representaría alrededor del 30% del comercio global. Aunque el bloque tiene un superávit sustancial en exportaciones de bienes, dice que esto se compensa parcialmente con el superávit estadounidense en el comercio de servicios.
La Comisión apunta que el comercio de bienes alcanzó los 851.000 millones de euros (878.000 millones de dólares) en 2023, con un superávit comercial de 156.000 millones de euros (161.000 millones de dólares) para el bloque. El comercio de servicios ascendió a 688.000 millones de euros (710.000 millones de dólares) con un déficit comercial de 104.000 millones de euros (107.000 millones de dólares) para la UE.
El secretario británico de Negocios, Jonathan Reynolds, manifestó el miércoles que “continuará colaborando de forma cercana y productiva con Estados Unidos para defender los intereses comerciales de Reino Unido”. No descartó futuros aranceles a las importaciones estadounidenses, diciendo que “mantendremos todas las opciones sobre la mesa y no dudaremos en responder en el interés nacional”.
El primer ministro del país, Keir Starmer, de centroizquierda, ha trabajado para construir fuertes lazos con Trump, con la esperanza de evitar los aranceles impuestos a muchos otros socios comerciales de Washington.
Reynolds dijo que el gobierno sigue “centrado en un enfoque pragmático y está negociando rápidamente un acuerdo económico más amplio con Estados Unidos para eliminar aranceles adicionales y beneficiar a las empresas británicas y nuestra economía”.

